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Fracturarse un hueso es doloroso en varios sentidos, no solo por la sensación que existe al momento de ocurrir la tragedia, sino también por tener que cargar con un bloque de yeso mientras sana la fractura.

Desde hace siglos, la técnica de inmovilización con yeso o férula, no ha variado mucho con el correr del tiempo. Se requiere de capas y capas de pesado yeso o fibra de vidrio, que si bien podemos ofrecérselo a nuestros amigos para que lo firmen; el peso, el dolor, el olor, el comezón, la suciedad y muchas complicaciones más, son moneda corriente en cualquier yeso.

Por fin diseñamos un método de inmovilización con un giro más moderno. El yeso 3D  proporciona un sistema de soporte localizado y altamente técnico que está completamente ventilado, muy ligero, resistente al agua, higiénico, reciclable y elegante.

Los yesos impresos en plástico reciclable cuentan con un diseño 3D en “rejilla abierta” que se personaliza para cada paciente. Son impermeables, son más cómodos, e incluso pueden ayudar a los huesos a sanar más rápido. Su diseño permite que el médico pueda quitar y poner el yeso durante la recuperación para observar la evolución de la lesión o herida.

El concepto básico es relativamente sencillo: un escáner 3D reúne las especificaciones del miembro contralateral sano, y un programa de diseño los utiliza para construir un molde en espejo personalizado para que se adapte al miembro fracturado. El molde se imprime,  en dos piezas, y se asegura en el lugar hasta que el miembro cure.